«Que un individuo quiera despertar en otro individuo recuerdos que no pertenecieron más que a un tercero es una paradoja evidente. Ejecutar con despreocupación esa paradoja es la inocente voluntad de toda biografía.» (Fragmento del ensayo Evaristo Carriego, 1930)

Para garantizar su subsistencia, trabajó como bibliotecario en Buenos Aires de 1938 a 1946. Sin embargo, en ese último año Juan Domingo Perón asumió la presidencia de Argentina. Como Borges se oponía enérgicamente al peronismo, se sintió obligado a renunciar y pasó a trabajar durante varios años como profesor de literatura inglesa y como conferencista itinerante. Con la caída del régimen peronista en 1955, Jorge Luis Borges fue nombrado director de la Biblioteca Nacional.
Durante esos años, el escritor inauguró el universo fantástico de sus narrativas, incluyendo dos de sus libros de cuentos más reconocidos, «Ficciones» (1944) y «El Aleph» (1949). También escribió diversos libros en coautoría con el amigo Adolfo Bioy Casares y con varios otros colegas.

Borges recibió importantes distinciones de las más prestigiosas universidades y de varios gobiernos extranjeros, además de numerosos premios, entre ellos el Formentor, en 1961 (con Samuel Beckett), y el Migue de Conservantes, en 1979. Por una u otra razón, el Premio Nobel siempre se le fue negado.
Jorge Luis Borges pasó sus últimos días viajando por el mundo al lado de María Kodama. Vino a fallecer el 14 de junio de 1986 en Ginebra, ciudad de su primera juventud, sin haber dejado hijos. La viuda de Borges es, desde entonces, la mayor divulgadora nacional e internacional de la obra del célebre escritor.