“Los rumores de la plaza quedan atrás y entro en la
Biblioteca. De una manera casi física siento la gravitación de los libros, el
ámbito sereno de un orden, el tiempo disecado y conservado mágicamente”,
escribió el maestro Jorge Luis Borges en el prólogo a El Hacedor, ecléctico
libro de 1960 que conjuga relatos, ensayos y poemas.
Las bibliotecas y los libros fueron el eje de su vida y
de su obra. Se inició en el quehacer bibliotecario en la Biblioteca Migue Cané,
de la que fue empleado de 1937 a 1946. El gobierno de Perón, al que aborrecía,
lo mandaría a trabajar con pollos.
Una de sus ficciones más extraordinarias es sin duda La
biblioteca de Babel: “El universo (que otros llaman la Biblioteca) se compone
de un número indefinido, y tal vez infinito, de galerías hexagonales, con
vastos pozos de ventilación en el medio, cercados por barandas bajísimas.
“
Buen día por ahí en esta publicación debería modificar tipo de letra y tamaño.
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